Ya empezamos con los fines de semana en los que suceden cosas imposibles, como que tengo dos moratones y un raspón en el lado izquierdo de mi cuerpo y que a las 7 de la mañana tenia una mano y parte de la otra negra, como si en vez de haber estado tomando copas hubiera arreglado motores de coche durante toda la noche. Y no, no me caí ni estaba tan borracha como para no acordarme.
Tengo miedo..............
Ayer me reuní con Elena(sin H) para una de nuestras charlas y tras unas coca-colas (Light que soy diabética) y unas tostas de merienda nos consolamos una en la otra, ella que me dice que sabe lo que me pasará dentro de unos años, yo que lo veo en ella y me aterra que el camino sea muy largo y por supuesto no dar la talla…. La convicción de que la vida pone lo que necesitamos en nuestro camino, solo hay que verlo, los reencuentros justificados, la niña triste, las barreras auto impuestas y la poca autovaloración. ¿Estoy destinada a algo grande? Realmente no lo se, no lo creo, pero supongo que eso es fruto del boicot a mi misma, nunca es suficiente para darme el visto bueno, ni siquiera un “no esta mal”, tendré que creerla, se que ella me ve, porque se ve reflejada y de algún modo mi camino es parecido al suyo, da gusto, es increíble encontrar a una persona que sin necesidad de mediar palabra entiende y comparte tus sentimientos, y van dos, mi alma gemela y mi yo futuro, mi guía y mi luz, (va a ser verdad que somos luz, que nos viene de nuestros nombres)
Conclusión , hay que seguir recorriendo el camino, seguir creciendo, aunque soy tan impaciente que a veces no me vale con subir solo un escalón y intento subir dos, tres y hasta cuatro a la vez y tropiezo. Ayer me di cuenta que no hay un final, que siempre hay escalones, eso si, quiero llegar lo mas arriba posible y en el menor tiempo posible.
