lunes, 10 de marzo de 2008

Este blog nació para liberarme de mis dependencias y poco a poco he ido olvidando lo que tanto tiempo me costo aprender, supongo que no lo fije bien en mi mente. Y ahora, ahora que lo tengo todo, e falta lo mas importante mi autodependencia y se he a agarrado al pecho una imbecilidad afectiva que nunca creí que me pudiera pasar, por lo menos tan grave, porq un poko igual si que lo he sido siempre, será por pasar tanto tiempo entre hombres..........

Os dejo los tipos de imbéciles, espero que no esteis contagiados de ninguno:

- Los imbéciles intelectuales, que son aquellos que creen que no les da la cabeza (o temen que se les gaste si la usan) y entonces le preguntan al otro: ¿Cómo soy? ¿Qué tengo que hacer? ¿Adónde tengo que ir? Y cuando tienen que tomar una decisión van por el mundo preguntando: “Vos ¿qué harías en mi lugar?”. Ante cada acción construyen un equipo de asesores para que piense por ellos. Como en verdad creen que no pueden pensar, depositan su capacidad de pensar en los otros, lo cual es bastante inquietante. El gran peligro es que a veces son confundidos con la gente genuinamente considerada y amable, y pueden terminar, por confluyentes, siendo muy populares. (Quizás deba dejar aquí una sola advertencia: Jamás los votes.)

- los imbéciles afectivos son aquellos que dependen todo el tiempo de que alguien les diga que los quiere, que los ama, que son lindos, que son buenos. Son protagonistas de diálogos famosos: ¿Me quieres?/ Sí, te quiero/ ¿Te molesta?/ ¿El qué?/ Mi pregunta/ No, ¿por qué me iba a molestar?/ Ah... ¿Me sigues queriendo?/… ¬_¬. Un imbécil afectivo está permanentemente a la búsqueda de otro que le repita que nunca lo va a dejar de querer. Todos sentimos el deseo normal de ser queridos por la persona que amamos, pero otra cosa es vivir para confirmarlo. Los varones tenemos más tendencia a la imbecilidad afectiva que las mujeres. Ellas, cuando son imbéciles, tienden a serlo en hechos prácticos, no afectivos. Ellas encontrarán pareja o no la encontrarán, desearán, añorarán y querrán encontrar a alguien con quien compartir algunas cosas, pero muy difícilmente acepten a cualquiera para no sentir la desesperación de cenar sola. Eso es patrimonio masculino.

- Y por último... Los imbéciles morales, sin duda los más peligrosos de todos. Son los que necesitan permanentemente aprobación del afuera para tomar sus decisiones. El imbécil moral es alguien que necesita de otro para que le diga si lo que hace está bien o mal, alguien que todo el tiempo está pendiente de si lo que quiere hacer corresponde o no corresponde, si es o no lo que el otro o la mayoría harían. Defenderse de su acoso es bastante difícil; se puede probar no contestando a sus demandas sobre, por ejemplo, cómo se debe doblar el papel higiénico; sin embargo, creo que mejor es... huir.

Menos mal que no sufro de la imbecilidad mayor, la moral... y aunque todavia no he encontrado e antídoto, lo encontraré.

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